lunes, julio 28, 2008

Libros libres

No soy un lector nato ni otan. No devoro libros, más que nada porque no tienen ni azúcar ni colesterol. Sin embargo, ayer compré uno, "El asombroso viaje de Pomponio Flato" de Eduardo Mendoza. Lo compré para leerlo de la que venía de Madrid. El viaje es largo y aburrido y las películas del Alsa son cada vez peores. Así que en esas cinco horas me leí el libro, que he de decir está bien, pero no es lo mejor de Eduardo Mendoza.
La idea es original, hay momentos bastante divertidos y descubrir los pequeños guiños a la historia de Jesucristo tienen su gracia. "El asombroso viaje de Pomponio Flato" es una pequeña travesura de Eduardo Mendoza donde se mezclan historia, religión y sentido del humor. Un romano, amante de la ciencia, recae en un pueblo de Palestina, allí es contactado por un pequeñajo que le contrata para que averigüe quién mató al rico del pueblo, crimen por el cual van a crucificar a su padre. Nunca un libro ha hecho tanta justicia con San José.
Cuando acabé de leerlo pensé... Y ahora ¿qué hago yo con este libro? Rara vez releo los libros y tenerlo en casa para coger polvo me pareció injusto con el libro. Así que decidí dárselo a mi compañera de asiento convencido de que ella le seguiría dando vida al libro. Los libros nacen para ser leídos y no leerlos es como matarlos en vida.
Sigo pensando...

El aguador de Velázquez en la PS2


A veces los juegos te dan pequeñas sorpresas. En este caso, el "Resident Evil 4" nos muestra el aguador de Sevilla de Velázquez en uno de sus pasillos.


Sigo PSando...

martes, julio 22, 2008

Las máquinas que siempre dan premio, el vending

Abundan por las esquinas, por locales, sitios públicos y en las salas de descanso de las empresas. Son nuestras amigas las máquinas de vending. Tan pronto te hacen un café como te dispensan un paquete de profilácticos, te dan las gracias por envenenar tu cuerpo con esa química, pudiendo hacerlo con otras, o ponen a prueba tus músculos y paciencia atascando tu paquete de triskis.
En el vending, todas las máquinas dan premio. Sin embargo, aunque parezca una chorrada, a la hora de colocar los productos hay que tener ojo y no puedes, por ejemplo, mezclar productos. Y, sin embargo, lo hacen.
Cuando en una misma línea pones un producto de éxito junto a otro que ni dios conoce, es muy probable que desciendan las ventas del producto exitoso porque nadie va a invertir el doble por sacar una, por ejemplo, chocolatina. Así que reponedor, no mezcles mis amadísimos twist con el kitkat dark, ¿vale?
Y... ¿para qué mantienes los bizcochos? ¿No ves que lo que más se consumen son las gominolas brillantes, el agua y la coca-cola? No nos pongas productos para rellenar, estudia nuestro consumo y súrtenos de más de ellos y, si quieres probar, rota algunos productos, pero no te arriesgues a dejarnos sin gominolas brillantes. Podemos caer en las gominolas de azúcar y esas son malas para los dientes.
Por otro lado, ¿por qué no cambias la máquina del café del piso superior? Está diseñada por tu peor enemigo. Una máquina de vending que hace trabajar al cliente. Habráse visto semejante desfachatez. Coloque el vaso, pero ojo, colóquelo en su receptáculo y, precaución no se queme (cara de ¿me lo dices o me lo cuentas?). No olvide su palito. Normal que la cafetera de nuestra sala de reuniones, llamadas, almacén, comedor, navaja suiza, reciba las visitas de nuestros vecinos de edificio inteligente (¡Ya tenemos cortinas!), si es que hasta es más barato. Y qué chocolate nos hace. Ni el de San Ginés en los amaneceres truhanes.
En conclusión, no repitas productos, estudia el consumo, no coloques en una misma línea varios, no aceptes máquinas que hagan trabajar a los clientes, y ¡¡¡llévate ya los bizcochos!!!

Sigo pensando...

domingo, julio 20, 2008

Una moneda fuerte, unos billetes de mierda

El euro dicen que está que se sale. Bien, pues tenemos la moneda más chupi del mundo, pero miren lo que me saqué este sábado del bolsillo cuando fui a pagar una Mahou (¡qué bochorno!)

Billete de 10 euros roto

No, no te los aceptan como billetes de 5€

Sigo pensando...

jueves, julio 17, 2008

¿Para qué están los amigos?

Leo en LNE.es: "La mayoría de los adolescentes (el 68,15 por ciento) interviene para detener la violencia, el 36,3% aunque no sea amigo de la víctima y el 31,8% cuando si lo es, un 12,1 por ciento cree que debería intervenir pero no lo hace. "

¿Para qué están los amigos?

Por otro lado me hace gracia la expresión: "detener la violencia". Tal da la impresión de que la violencia está en movimiento, cuando realmente, lo que se mueven son los puños. Además, ¿cuánta violencia haría falta para detener la violencia? Si para detener un cuerpo en movimiento es necesario ejercer una fuerza igual pero en sentido contrario, sólo la violencia puede detener la violencia, de ahí debe venir el dicho: violencia llama a violencia o un soneto me manda hacer Violante, entre otras violenterías violentas.
En fin, que estos adolescentes son la pera, pero los tipos que los encuestan, más aún. ¿No se dan cuenta de que mienten? Sí es posible que los amigos te dejen solo cuando se rifan hostias, pero lo que no es posible es que el porcentaje de auxiliadores aumente entre los que no son amigos. ¡Vamos ya!
PS: Menos mal que aún queda un 12% jóvenes sinceros.

martes, julio 15, 2008

Bus Plus de Alsa

No me gusta Alsa. Esto por delante. Sí, es una empresa asturiana, pero lo que está mal está mal y punto'n boca. Los de Alsa son muy cucos. Te venden online y te cobran, atención, 2€ de costes de gestión. Pero... ¡si la última vez que viajé eran 0'60€ y no hace ni año y medio! Ah, amigo, que si te fidelizas a Alsa no te los cobramos. Valiente manera de fidelizar es esa. A punta navaja la llamo yo.

¡Ron, ron, ron, la botella de ron!

Por supuesto, la tarjetita de fidelización es la típica de los puntos y el trolley que podría ser objeto de análisis en marketinz.blogspot.com. A mí, de los "beneficios" que te ofrecen, el que más me ha llamado la atención es el de la financiación de los viajes a través de Uno-e. Esto es el colmo la crisis. El colmo. Pagar un billete de autobús a plazos. No me lo lleva el alma. Ay, que me da. Me da, me da. Me dio.

60€ cuesta ir a Madrid, ida y vuelta. ¡Mi madre! (normal que te ofrezcan pagarlo a plazos). Pero aquí digo, aquí juro, que jamás seré un cliente fidelizado de Alsa. Así me cobren 60€ de costes de gestión. Antes a dedo que estar en el Bus Plus de Alsa. Por estas, primo, que son las más sagrás.

(Ladrones, ladrones, ladrones...)

Por cierto, a los madrileños. Cuidao, que voy.

Sigo pensando...

lunes, julio 14, 2008

Señales amables en Barcelona

Bueno, si ya habéis conseguido quitar la vista de la succión anal del hombre del bañador azul, centraos ahora en el cartel con forma de bocata de cómic que mi hermana, todo amor, todo cámara de fotos, me envía desde Barcelona.
Me gusta ese estilo amable para recordarnos que no nos dejemos la basura en la playa. Creo que puede ser más eficaz que la típica señal verde metálica, oxidada, con una raya roja tachando una pelota de papel.
Echo de menos las señales de interrogación al principio, pero se comprende que ante una señal "joven" se omitan ciertos detalles. Lo que más me llama la atención es que aún ningún niñato del rotulador haya pasado por ahí a dejar su firma.

Sigo pensando...
(hoy doy las gracias al propietario de "Wireless" que me ha permitido subir esta foto, ver un vídeo de youtube y navegar y todo.)

domingo, julio 13, 2008

GRAN CHAMÁN ZAMORANO

"Magia negra, vudú, santero, curalotodo, me dedico a unir parejas, soy como el loctite, gran chamán zamorano, poder curativo, frota y restriega, cáncer, próstata, hemorroides, gran magia africana, amor, odio y cólera, difteria y otras enfermedades prohibidas, cobro, mucho, amor, eso ya lo dije, te espero en mi piso. GRAN MAESTRO DE LA MAGIA ANCESTRAL. Se acepta VISA."

¿No os encantan esas "tarjetitas? A mí, me pierden. Me producen una sensación entre gustazo mediamarkt y ducha herbal essences. Gustirrinín arriba, gustirrinín abajo ;)

Sigo pensando... (en modo texto... tovía, né)

sábado, julio 12, 2008

Navegar en modo texto, es posible, es necesario :(

A los problemas, soluciones. Tras mudarme, las redes wifi abiertas cercanas a mi ordenador se pillan mucho peor, por lo que, para poder navegar sin eternizarme he tenido que optar por el modo texto. Nada de imágenes y nada de estilos. Todo, tal cual, y a pelo pelote. El resultado estético es pobre. Más que pobre, miserable, pero quien ajos come, se pica.
Para poder navegar en modo texto, sin necesidad de recurrir a navegadores como el Lynx (no sé poner enlaces en modo texto...) hemos de ir (en el firefox, por lo menos):
1º "Fuera imágenes"
Herramientas> Opciones> Contenido> Desseleccionar la opción descarga automática de las imágenes.
Esto nos impedirá ver las fotos de El Mundo, las cabeceras de los blogs que visitamos y todas las imágenes (sí, las subidas de tono, también).
2º "Fuera estilos"
Si algo hace bonito a una página esos son sus estilos, sin embargo, también hay que descargárselos y con una conexión puenteada, hasta el aire pesa.
Para quitar los estilos. Ver> Estilo de página > Sin estilo de página.
Y con esto, queridos míos, ya tenéis garantizada la descarga de texto en un tiempo entre aceptable y suficiente. Eso sí, si sois sensibles a la estética y os conmueven los cuadros expresionistas, será mejor que quizás mantengáis todo como estaba y aprovechéis para barrer, que es lo que hasta el momento venía haciendo yo entre página y página.
MORALEJA: Las motas de polvo agradecen el modo texto.
Sigo pensando... (eso sí, en modo texto)

viernes, julio 11, 2008

Estrellas Michelín, calidad y oscurantismo

La Guía Michelín, valorando la “calidad” desde hace más de 100 años

La calidad parece ser objetiva, siempre y cuando se sigan unos criterios previamente definidos. Sin embargo, antes de que apareciesen muchas empresas certificadoras como Applus o Aenor, el fundador de Michelín, un activo gastrónomo, creó la Guía Michelín en 1900. Desde entonces, y hasta hoy, la fama de la Guía Michelín no ha ido más que en aumento. Fama que incrementa, incluso, las críticas a la misma.

Fue la Guía Roja Michelín la que, en 1931, según wikipedia, en 1926, según Terra, estableció la valoración de 1, 2 y 3 estrellas para valorar la calidad de los restaurantes. Según la página de la Guía Michelín (en inglés):
1*: Un muy buen restaurante dentro de su categoría.
2*: Excelente cocina, merece un desvío.
3*: Cocina excepcional, merece la pena el viaje.
(Traducciones así, de aquella manera, por mí)
Una búsqueda por la red no nos devolverá demasiados resultados fiables sobre cómo y bajo qué criterios se conceden unas estrellas cuya concesión implica un antes y un después en la carrera profesional de un restaurador. En la propia página de la Guía Michelín se nos explica cómo lo hacen, pero no muy bien qué criterios objetivos se siguen para valorar un plato como excelente y conceder tal o cual estrella a ese restaurante. Según Michelín, los criterios que se valoran en un restaurante o un hotel son los siguientes:
1.- La calidad de los productos.
2.- El dominio sobre el sabor y la cocción.
3.- La "personalidad" de la cocina.
4.- El aspecto económico.
5.- La coherencia entre las visitas.

Según puede leerse en el siguiente artículo de El Mundo, «Durante un año entero, un grupo de especialistas contratados por Michelín trabajan sin descanso analizando restaurantes y hoteles de nuestro país. Es un grupo muy heterogéneo; un grupo formado por gente muy metida en la gastronomía y otros no; un grupo que va desde el joven de 30 años al adulto de 50, incluso algunos que ya están jubilados mandan alguna vez sus valoraciones gratuitas sobre ciertos establecimientos». Es Ángel Pardo, responsable de relaciones externas de la Guía quien hace estas declaraciones, así mismo, continúa diciendo: “Las estrellas se conceden tras haber visitado el restaurante en diversas ocasiones. La calidad de las materias primas con las que se elabora un plato y el perfecto maridaje de sabores, texturas y aromas, son algunas de las cosas que los investigadores tienen en cuenta cuando se plantean proponer a un restaurante como candidato a una estrella”.
Para concluir, y no extenderme demasiado, decir que la estrategia de Michelín es jugar con el silencio, tal y como hace Coca-Cola. Las recomendaciones siguen siendo una de los principales factores a la hora de inclinarnos por uno u otro producto, uno u otro restaurante. Michelín, con más de 100 años de experiencia, podrá no tener un criterio claro, objetivo, regulado, pero de lo que no parece haber duda es que, año tras año, sus valoraciones trastocan el sector gastronómico.

NOTA: Este texto es un trabajo para el Módulo de Calidad del Curso de Creación de Empresas de la EOI que estoy haciendo para sacar "palantre" la empresa ecobisutera de mis desvelos. Ahora ando precisando el precio de mi producto. ¿Sabéis que los gastos mínimos, fijos, mensuales de mi idea se elevan hasta los 600€? Ahora, como comento en el trabajo, estoy pasando de pensar que al trabajador se le explota a pensar que tengo que buscar trabajadores dispuestos a ser explotados. Y entonces, me aprieto el cilicio para alejar esos oscuros pensamientos capitalistas de mi esponjosa mente. ¡Fute, fute! :)

Sigo pensando...

martes, julio 08, 2008

domingo, julio 06, 2008

Windows XP... El silencio

Sólo hay dos cosas que no soporto de mi ordenador. Uno, su ventilador y dos, las músiquitas de inicio y fin de Windows. La primera no la puedo solucionar. La segunda, acabo de hacerlo.

Si quieres quitar la música que suena al iniciar/cerrar sesión en tu windows (al menos en el XP), has de hacer lo siguiente:

1.- Ir a Inicio
2.- Ir a Panel de Control (visión clásica. Lo clásico manda)
3.- Pinchar en dispositivos de sonido
4.- Pinchar en la pestaña "Sonido"
5.- En el listado de acciones y sonidos ir a "Iniciar Windows" y en el listado de "Sonidos" seleccionar (Ninguno).
6.- Repetir esta operación con "Salir de Windows"
7.- Aceptar y listo para ser servido.

Si os ilusiona podéis ponerle la musiquilla que queráis entrando y seleccionando un archivo a través de examinar. Eso sí, no se os ocurra ponerle una canción, porque hasta que no acabe esta, el ordenador no se cierra.

Sigo pensando...

martes, julio 01, 2008

Aquí huele a muerto...

Hay iniciativas que nacen muertas. Por mucha peseta que le metas, muerta queda. Ahora mismo estoy trabajando en uno de esos cadáveres. Y por más que miro el proyecto, le tomo el pulso, no logro animarme. No insistas. ¡Está muerto! Sin embargo, el cliente, que lo ve todo muy rosa palote, cree en ese proyecto y a nuestra empresa nos corresponde revivirlo. Vamos, algo así como darle un chute de adrenalina a lo Pulp Fiction (a veces me sorprende lo científicas que pueden sonar mis palabras).

Ahora mismo me han encargado un informe sobre los nichos (veis como está muerto) a los que puede optar este portal. Vaya por delante que pocos. Es evidente que lograr notoriedad con las palabras fijadas por el cliente es más difícil que ver a España pasar de cuartos (ay... esta expresión ya no puede usarse). Mi tablón al que agarrarme en este naufragio, es "convencer" al cliente de que hay que olvidarse de lo que hace el portal y meter la marca en la cabeza de los usuarios. Que conozcan el portal, pero que busquen/tecleen la marca, no los servicios. Sirva de ejemplo el portal youtube y su servicio vídeos en internet.

Sigo pensando...