En los primeros años de mi carrera definía, con cierto aire de honda resignación social, a la ducha como el multiplicador de las penas. En estos últimos días, con la carrera terminada, una compañera de allende los mares se quejaba de lo "resucios" que eran muchos de los españoles. Sí, entró en el metro y comprobó las condiciones en las que nos desplazamos y el escaso aseo que algunas personas se dispensan y nos regalan.
No es que mi idea, invento, diseño... vaya a solucionar el mundo, pero sí que va a hacer de la ducha una experiencia distinta.
Lo he llamado BiOne. El BiOne es una ducha (manguera y pera) diseñada para que dos personas puedan ducharse a la vez. Compartiendo todos los buenos momentos que en una ducha pueden ocurrir y que dejo a la imaginación y conciencia de cada uno. Además, como no siempre se tiene la posibilidad de tener a alguien con quien compartir ese mágico momento de la ducha, BiOne también puede ser para uno. Por eso defino a BiOne como doblemente única.
BiOne, comparte tu ducha.
Sigo pensando...
1 comentario:
"La ducha es el multiplicador de las penas". Yo estaba allí el día en que esas benditas palabras salieron de tus labios. ¡Qué tiempos! Un saludo.
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