El mundo, a veces, nos devuelve brillos de genialidad en forma de pequeñas perlas sonoras. Caminaba yo por la calle. Dos hermanos andaban correteando por la zona. En una de estas el mayor de ellos echa a correr al grito de: "Tonto el último". El pequeño, impasible, sin moverse, le espeta, "Gilipollas el primero". ¿No es genial?
Sigo pensando... (y escuchando)
El reto de las 8000 palabras
Hace 1 semana
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