Este partido, por su nombre, por la historia, parte desde una posición muy débil. Hay mucho prejuicio respecto a todo lo que se llame Falange (lo cual, en buena medida, es comprensible). Por eso su cartel rebosa humor, ironía, muestran una cara alegre no catastrofista de una realidad "en desaceleración internacional". Este, en concreto, se dirige personalmente al votante. Pero más que votos, lo que esta formación parece perseguir es lograr ser bien vista, no ser prejuzgada. No hay más que recordar las palabras de Jose Antonio al respecto,
"Ayer, por última vez, expliqué al Tribunal que me juzgaba lo que es la Falange. Como en tantas ocasiones, repasé, aduje los viejos textos de nuestra doctrina familiar. Una vez más, observé que muchísimas caras, al principio hostiles, se iluminaban, primero con el asombro y luego con la simpatía. En sus rasgos me parecía leer esta frase: "¡Si hubiésemos sabido que era esto, no estaríamos aquí!"
Acercarse a su ideario es descubrir un partido volcado con el ciudadano y con el compromiso social. Esta falange no es antiestética, no se caracteriza por ese merchandising patriotero tan típico de los grupúsculos falangistas. Es distinta, auténtica. Parte de una escisión en la historia de la falange, aquella que fue reprimida por mantenerse fiel al ideario joseantoniano y no aceptar la unión con los carlistas y quedarse diluida en una formación al servicio del régimen franquista.
Se podrá estar o no de acuerdo con ellos, pero lo que sí es seguro es que, tras conocerla, la verás con otros ojos.
Sigo pensando...
2 comentarios:
Eso está bien, lo que pasa es que no me gusta la nota, fa. Yo soy más bien de mi.
Kiko tu poniendo "tu nota". Un abrazo
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