La cebra...

Cuando España era un país en vías de desarrollo los hermanos pequeños heredábamos las bicicletas de nuestros hermanos mayores. Era esa época en la que los chándales no importaba romperlos, porque nos daba igual llevar parches por rodillas y codos. En fin, fueron años curiosos, algunos los echan de menos, con nostalgia; yo no demasiado, pero lo que es justo es justo y aquí traigo uno de esos objetos que justificarían el regreso al pasado. Preparados, listos, ya.

"La cebra", BH de paseo, custom by Chus

Pintada a los diez años, en mi época "hippie" que diría Pazos (Airbag), cuando los manolos cantaban el all my loving y la estética lolailo causaba furor. A más de 15 años vista, la bici puede parecer una horterada, pero la verdad, a mí me parece una cocada. Una manera de hacer mía una bicicleta heredada.

Ahora que el pueblo va quedando más lejos he decidido conservar esta bicicleta y los clics. Quizás algún día "la cebra", como así se la denominó popularmente, llegue a algún museo de la BH o luzca en mi lugar de trabajo, o qué carajo, me desplace con ella hasta el mismo. Sería la pera ver a este paradigma de la ranciura (según algunas, eh, Mer) montado en tan discreta montura.

Mi objetivo es arreglarla. Cambiarle las gomas, ajustar los frenos, ponerles los catadriópticos y a volar por la city. ¡¡¡Pistaaaaaa!!!

Sigo pensando...

PD: Tiene un timbre molón que lo flipáis, por cierto.