sábado, febrero 02, 2008

El truco del niño

Ando dándole vueltas a una idea. No es nueva. Es de estas que descubres así de casualidad, por ejemplo en una manifestación contra el terrorismo en Madrid, por decir una casualidad. Resulta que me he dado cuenta de una cosa. Si se quiere vender un producto inhabitual en un lugar donde hay mucha gente sólo tienes que hacer que el potencial comprador vea a otras personas con él y así generarle uno, la curiosidad, dos, la necesidad, tres eliminar el temor a ser el único en poseerlo.

Así, por ejemplo, si queremos vender pollitos de peluche para autofinanciar un partido político, por poner un ejemplo, pues no sería mala idea contar con la colaboración de un puñado de guajes que se paseen con sus pollitos por todo el mercadillo.

PD: No sé si seré un liberticida, pero no me entristece nada que se hayan cargado el Tomate de la cinco. Por otro lado, ¿los atracos del solitario podrían responder a una campaña de marketing de antena 3 dado el jugo que le están sacando al tema? Sería perverso, pero puestos a pensar mal...

Sigo pensando...

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