Abundan por las esquinas, por locales, sitios públicos y en las salas de descanso de las empresas. Son nuestras amigas las máquinas de vending. Tan pronto te hacen un café como te dispensan un paquete de profilácticos, te dan las gracias por envenenar tu cuerpo con esa química, pudiendo hacerlo con otras, o ponen a prueba tus músculos y paciencia atascando tu paquete de triskis.
En el vending, todas las máquinas dan premio. Sin embargo, aunque parezca una chorrada, a la hora de colocar los productos hay que tener ojo y no puedes, por ejemplo, mezclar productos. Y, sin embargo, lo hacen.
Cuando en una misma línea pones un producto de éxito junto a otro que ni dios conoce, es muy probable que desciendan las ventas del producto exitoso porque nadie va a invertir el doble por sacar una, por ejemplo, chocolatina. Así que reponedor, no mezcles mis amadísimos twist con el kitkat dark, ¿vale?
Y... ¿para qué mantienes los bizcochos? ¿No ves que lo que más se consumen son las gominolas brillantes, el agua y la coca-cola? No nos pongas productos para rellenar, estudia nuestro consumo y súrtenos de más de ellos y, si quieres probar, rota algunos productos, pero no te arriesgues a dejarnos sin gominolas brillantes. Podemos caer en las gominolas de azúcar y esas son malas para los dientes.
Por otro lado, ¿por qué no cambias la máquina del café del piso superior? Está diseñada por tu peor enemigo. Una máquina de vending que hace trabajar al cliente. Habráse visto semejante desfachatez. Coloque el vaso, pero ojo, colóquelo en su receptáculo y, precaución no se queme (cara de ¿me lo dices o me lo cuentas?). No olvide su palito. Normal que la cafetera de nuestra sala de reuniones, llamadas, almacén, comedor, navaja suiza, reciba las visitas de nuestros vecinos de edificio inteligente (¡Ya tenemos cortinas!), si es que hasta es más barato. Y qué chocolate nos hace. Ni el de San Ginés en los amaneceres truhanes.
En conclusión, no repitas productos, estudia el consumo, no coloques en una misma línea varios, no aceptes máquinas que hagan trabajar a los clientes, y ¡¡¡llévate ya los bizcochos!!!
Sigo pensando...
Punto y (quizá) aparte
Hace 2 meses
3 comentarios:
Qué bueno! Siempre dan premio, no lo había pensado.
Eso si. La parte de la selección del producto no acabo de saber si es ironía...je,je.
Un saludo.
J.
Jejejeje... ¡qué bueno! La verdad es que nunca habia pensado en la colocacion de los productos, aunque tiene todo el sentido... ¿Estudiarán algo de eso los reponedores? Yo creo que no, por eso ves los Durex entre los frutos secos y las chocolatinas XDDD
Sólo falta que al seleccionar el producto salgan lucecitas de colores, la música de "El Golpe" y una voz mecanizada diga eso de "¡Avances!"
Siempre dan premio. Es como las máquinas de cambio, metes un euro y ganas cinco monedas de 20 céntimos.
Ahora, el de la máquina ha alternado los kitkats blanco con los dark y ha puesto algunos dark delante de los M&M. Por supuesto no se ha llevado el bizcocho. Ah, y para colmo, hay una fila de botellas de agua que cuestan un euro, cuando el resto de filas del agua están a 50 céntimos. Ay...
Seguiré informando sobre la máquina de vending del trabajo. ;)
Un saludo a ambos.
Publicar un comentario