sábado, enero 12, 2008

Ñoooño ñooo ño ñooooo ño ño...

¡ÑOÑO! Me opuse en su momento, me sigo oponiendo ahora, pero en este momento con mayor motivo. La letra propuesta por el COE para el himno de España, un símbolo nacional, es una ñoñería pastelosa. A mí no me hace vibrar. No me toca fibra alguna. Y mira que yo me siento muy español. Será por eso. A todas luces prefiero, sin lugar a dudas, los versos que Joaquín Sabina ha puesto a nuestra marcha granadera.

Una letra que se deja de patrias, banderas y demás para centrarse en la ciudadanía y en la libertad.

Ciudadanos,
en guerra por la paz
y la diosa razón
mano en el corazón.
Ciudadanos,
ni súbditos ni amos
ni resignación
ni carne de cañón.
Pan amasado
con fe y dignidad
no hay nada más sagrado
que la libertad.

Esto es un himno. Lo demás, pijadas. Es el pueblo el que quita y pone las cosas en su sitio. Si al final nuestro himno ha de llevar letra, por mi parte, que sea esta. Porque tiene garra, rabia, fuerza y me invita a cantarlo a voz en grito, no como la ñoñería presentada por el COE y la SGAE.

Sigo pensando...

No hay comentarios: