...la etiqueta en cuestión.
No hace mucho tiempo que la Sidra Natural tiene la obligación de etiquetarse. La tradición o tacañería lagarera había conseguido que su producto se vendiera sin necesidad de distinguirse de la competencia. La única seña de identidad, el corcho. En ese soporte se marcaba al fuego el llagar productor de la sidra y la correspondiente autorización sanitaria.
Pero regresemos a la frase de marras. "Contiene sulfitos". No se aprecia muy bien, pero está impreso a la izquierda en un tamaño de fuente "hipoteca de banco". El sulfito es el nombre simpático del anhídrido sulfuroso. No es lo mismo imaginarse los simpáticos efectos de los sulfitos que meterse, entre pecho y espalda, anhídrido sulfuroso. El poder de las palabras.
Aún así, si no eres alérgico, no hay que preocuparse. A lo sumo, según un señor con bigote que no pone su nombre, sí su foto, un exceso en el consumo de sulfitos puede causar problemas gastro-intestinales negativos. Aún así, parejo a ese consumo de sulfitos va el de alcohol; así que uno no llega a discernir si los motivos son los sulfitos, el alcohol o un contubernio de Munich. La solución, bebe con moderación.
Sigo pensando...
Los tres anuncios de ayer son:
"¡El agua!", ahora Fairy también en agua fría
"60's" de colchones Intex. Esa música me recuerda tanto a las películas de Paco Martínez Soria...
"¡El agua!", ahora Fairy también en agua fría
"60's" de colchones Intex. Esa música me recuerda tanto a las películas de Paco Martínez Soria...
"Meravigliosa creatura" del Fiat Bravo
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