Si te dijeran, compañero, quiero que de esta finca no se escape una sola vaca, pero además, quiero que el cercado no tenga puerta. Uno diría en plan martini: no puerta, no vacas. Pero hete aquí que un ingeniero o un tipo con ingenio, cansado de abrir y cerrar la puerta de su finca, desarrolló el diseño siguiente: el paso canadiense.
Se cae por su sencillez, pero como todo, había que hacerlo. En la entrada se cava una pequeña fosa, sobre ella se sitúan unos cilindros de acero con una separación entre tubo y tubo. Esto hace que las personas puedan pasar en sus vehículos, pero los animales, temerosos de esmorrarse y dejar una pezuña ahí prefieran quedarse en su alegre reclusión.
Probablemente este ingenio lleve rulando décadas. Yo lo he conocido hoy y me he quedado prendado de él. Es tan sencillo. Y lo que es mejor, no usa descargas eléctricas.
Otro ingenio más a sumar a la guardia montada y la tienda canadiense. ¡Qué bonita es la bandera del Canadá! Si no fuera porque estuvieron a un tris de declararnos la guerra, me caerían bien.
Sigo pensando...
Punto y (quizá) aparte
Hace 2 meses
2 comentarios:
Canada tiene una hoja de maple en su bandera.
Gracias, Diego por el apunte. Siempre pensé que era una hoja de arce, aunque por lo visto, el maple y el arce, son el mismo árbol.
Un saludo
Publicar un comentario