lunes, abril 07, 2008

Esos que van de guays y no llegan a chachi

Hago uso de una de las frases de mi hermana. La gente está llena de frases. Es bueno escuchar a la gente, se aprende un huevo de ellas. Ya lo decía Bernardino Martín Hernando en sus clases de redacción periodística. No hay documental de La 2 que pueda sustituir la explicación del retablo hecho a mano por un aficionado en la iglesia de tu pueblo, o escuchar a un testigo de jehová decir porque no son muy amigos de la cruz. O descubrir que, pese al ateísmo reinante y campante, personas inteligentes y muy válidas pasan el agua o consultan el tarot. La vida está llena de pequeños instantes de cultura que no podemos desaprovechar. Una victoria en el trivial puede depender de la conversación más insólita.

Pero bueno, a lo que iba. Resulta que ando de nuevo a la caza y captura de un empleo estable. Los inestables, aunque fieles, se siguen manteniendo, pero es insuficiente (qué ambicioso sonó esto, rediós). Mis amigos, que son como mi madre en este aspecto, me informan de ofertas en medios de comunicación, por más que yo les dejo caer que lo que me gusta es la publicidad y el diseño. Así, por ejemplo, me informan de una oferta en una local y yo envío el CV. Esa oferta estaba cerca de esta que podéis ver si saltáis de línea (cuidado no hacerse daño en la caída).

Oferta diseñadores

Bueno. No he enviado ni mi CV ni mi book que yo suelo llamar portfolio y que, será porque no sé, no capto yo la diferencia entre lo uno y lo otro. Y ¿por qué? Porque van de guays y no llegan a chachi. Uno, no desvelan su nombre; dos, faltan al respeto; tres, diferente respecto a qué y cuatro, ¿desde cuándo la abreviatura de Apartado es Apto y sin punto?

Sigo pensando...

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